Las redes pueden organizarse de acuerdo con dos tipos de planteamientos funcionales:
- Redes cliente-servidor. Un servidor es un ordenador encargado de centralizar o gestionar una determinada función necesaria dentro de una red. Puede compartir información almacenada en él así como definir qué usuarios acceden a ella, controlar el acceso a los recursos y dispositivos, etc. El resto de los ordenadores de la red se denominan clientes o terminales (también nodos o estaciones de trabajo) y son los puestos desde los cuales los usuarios se comunican con el ordenador central. En las redes cliente-servidor, el hardware y el software del servidor suelen ser más potentes y especiales que los que tienen las estaciones de trabajo. El servidor dispone de microprocesadores diseñados específicamente para su función y sistemas operativos exclusivos para servidores. En función de las necesidades de la red, podemos encontrar en ellas uno o varios servidores, más o menos potentes. Se consideran servidores dedicados a los equipos que funcionan exclusivamente como servidores, nadie trabaja con ellos de forma habitual, excepto cuando son manipulados por personal especializado. Este es el modelo que se denomina networking.
- Redes punto a punto. También se denominan redes peer to peer o redes entre iguales. En este tipo de redes, todos los nodos o estaciones de trabajo se comportan simultáneamente como clientes y como servidores. Estas redes suelen ser modelos validos en redes pequeñas y simples, con pocos datos, pocos recursos que compartir y pocos usuarios.
Comentarios
Publicar un comentario